"Nos lo envían íntegramente y
tal cual lo reproducimos. Un compañero y nos dice que esta colgado en el
Facebook de J.J Lemes". (Las faltas de ortografía están en el texto).
En mi opinión, en la vida
hay dos únicos caminos, el correcto y el fácil. Cuando tenemos que pararnos y
pensar cuál coger, se nos plantean muchas circunstancias, y según seamos
personalmente, la respuesta es rápida. Yo siempre he cogido el correcto, porque
lo fácil es no implicarse, reirse de lo que ves alrededor, buscar a alguien que
resuelva lo que te corresponde hacer a ti, encerrarte en tus ideales y no ver
ni tan siquiera que los demás también tenemos derecho a defender los nuestros,
o muchísimo peor, ser capaz de tergiversar, distorsionar la verdad e incluso
mentir, sólo para el beneficio propio... Nadie está en posesión de la verdad al
100%, pero para solucionar diferencias hay dos expresiones muy acertadas que no
siempre se aplican; diálogo y consenso. La pregunta es: ¿por qué si todos
tenemos la capacidad para poner en práctica esas dos destrezas del ser humano,
algunos se resisten a aplicarlas? En mi modesta opinión la respuesta es rápida:
habrán elegido el camino fácil. Eso lo explica todo. Es más fácil criticar que
arrimar el hombro; más facil faltar a la verdad que reconocer con deportividad
tu derrota en el terrero de lucha, más fácil hablar sin saber la opinión de la
otra parte, más fácil decir que todo sigue igual porque el que no quiere o no
sabe evolucionar eres tú; más facil defender planteamientos populistas que el
interés general o lo popular y por supuesto más facil despotricar del que se
esfuerza en hacer las cosas bien porque éste, como trabaja mucho y preocupado
porque todo salga bien, en algo siempre se equivoca. Y volvemos al inicio, si
nos equivocamos, tenemos dos caminos, el correcto y el fácil; yo, como siempre
intento el primero, por eso pido disculpas muchísimas veces al día; el fácil es
huir. Si extrapolamos las reglas de nuestro deporte vernáculo a la vida diaria
y muy especialmente a la política: respeto deportividad y actitud positiva
durante la lucha, en el éxito y la derrota; disciplina y lo que engloba todo
que es la nobleza, estoy seguro, como simple ejemplo, que dejaríamos de
intentar hundir cosas de las que no hemos participado ni siquiera
presencialmente. Pero claro, desgraciadamente este símil con La Lucha Canaria
no sirve siempre, pues al igual que ocurre con ese dicho de la Universidad, tal
vez muchos han pasado por La Lucha Canaria, pero en algún caso, en estos
terminos al menos, La Lucha Canaria no ha pasado por él. GRACIAS de nuevo por
leerme.
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